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Los gatos senior, o gatos mayores, son más propensos a tener enfermedades que los gatos jóvenes y vigorosos.
¿Qué tener en cuenta y cómo ayudar a un gato senior a llevar una vida feliz? ¡Aquí tienes algunos consejos para disfrutar de la vida junto a tu gato mayor! Después de todo, los gatos mayores merecen nuestra atención especial.
En promedio, los gatos viven alrededor de 15 años. Pero no es raro que un gato alcance la edad de 20 años. Con el cuidado adecuado, tu gato puede llegar a una edad muy respetable con buena salud.
Más o menos, 20 años de gato equivalen a 90 años de humano. Para calcular la edad en años humanos de tu gato, multiplica su edad por 4,5.
Se considera que un gato es senior a partir de los 8-10 años.
Los gatos senior tienden a sufrir dolores óseos y musculares debido al desgaste articular. Este desgaste articular es lo que se conoce como artrosis.
Los síntomas incluyen dificultades para caminar, movilidad reducida y comportamiento de salto reducido.
Debido a que a los gatos no les gusta mostrar su dolor, es posible que comiencen a evitar los lugares que son difíciles de alcanzar. Vigile a tu gato para asegurarte de que notarás cualquier cambio en su comportamiento.
Un problema frecuente entre los gatos mayores es la insuficiencia renal.
Los síntomas son micción frecuente y aumento de la sed, así como vómitos, disminución del apetito y mal aliento. Hay varios tipos de insuficiencia renal, que van desde infecciones hasta cálculos renales.
En caso de duda, consulte siempre a su veterinario.
Los gatos con hipertiroidismo tienden a ser muy delgados a pesar de que comen y beben con normalidad.
Pueden parecer demasiado activos y tener un ritmo cardíaco elevado u otros problemas cardíacos.
Sarro, caries, desgaste de los dientes o muelas, pueden ser afecciones dentales normales en gatos senior.
Revisa con frecuencia la boca de tu gato y ante cualquier duda consulta con tu veterinario.
Esto puede hacer que tu gato disminuya la ingesta de comida y agua, así que muy atento.
Muy común en gatos senior. La enfermedad puede ser causada por una función reducida de la hormona insulina, movilidad reducida u obesidad.
Cuando tu gato tiene dolor, es probable que reduzca su nivel de actividad. Y, sin embargo, el ejercicio sigue siendo importante para mantener los huesos y los músculos flexibles y evitar la obesidad .
Deja que tu gato senior juegue con un juguete a su propio ritmo o estimúlalo para que haga ejercicio con una pelota o caña. Los escalones que conducen a sus lugares favoritos también estimulan el ejercicio.
Cuida su pelaje y cepíllalo con más frecuencia para ayudarlo a deshacerse del pelo viejo. Límpiale las orejas y la nariz de vez en cuando y asegúrate de que sus uñas no estén demasiado largas. La actividad reducida y la falta de afilado pueden hacer que crezcan demasiado.
Tu gato necesitará un tipo de alimentación y cantidad diferente en cada etapa de su vida.
Los gatos mayores tienden a encontrar la comida húmeda blanda más fácil de consumir que las croquetas duras. Además, contiene mucha agua que ayuda a mantener a tu gato hidratado . Asegúrate de que su gato siempre tenga acceso a un recipiente con agua fresca y tenga algunas croquetas disponibles en su plato. A algunos gatos les gusta comer croquetas de vez en cuando y puede ayudar a evitar la placa dental.
A los gatos les encanta la rutina. Los gatos mayores, en particular, tienden a apegarse a lo que están acostumbrados a hacer .
Asegúrate de no hacer demasiados cambios para evitar estrés innecesario.
Facilítale el acceso a un lugar tranquilo donde puede dormir y descansar sin que nada lo moleste.
Realiza al menos una o dos revisiones en tu veterinario de confianza para asegurarte que todo está correcto.
Espero que estos consejos te ayuden a llevar una vida feliz junto a tu gato senior. ¿Eres propietario de un gato senior? ¿Nos dejas algún consejo? Te leemos!
